¡Hola! Me llamo Motas, y soy feliz con mi amo. Pero hace un tiempo presenté varios síntomas intestinales, tenía diarrea, no tenía ganas de comer, vomitaba constantemente y mi pancita permanecía hinchada. Me llevaron al veterinario y le pidieron un “coprológico”. El examen dio a luz que era “parasitosis por coccidias”, luego de ver mis resultados la doctora me recetó un antiparasitario y pude comer por fin. Gracias a Zoolab soy feliz de nuevo y mi amo me desparasita cada año.

Vivo con mi familia en una piara de La Vereda El Trébol en Caldas. Mi productor me tomó una muestra de sangre para verificar mi estado de salud, me hicieron mi primer chequeo serológico en Zoolab y salí positivo para “Leptospira”. Me medicaron y gracias a Zoolab ya no soy contagioso para mi familia.

Me llamo Campanero y vivo en Mosquera con mi hato. Cuando nací, la mayoría de mis primos nacían y se morían o nacían muertos. Por lo que mi cuidador junto con nuestro veterinario empezaron a hacernos un chequeo grupal y se dieron cuenta, gracias al apoyo diagnóstico de Zoolab, que en el predio estaba circulando un virus llamado “Virus de la diarrea viral bovina”. Empezaron a trabajar fuertemente para mejorar los síntomas e incluyeron esta enfermedad en nuestro plan de vacunación. Gracias Zoolab, por ustedes tengo primos vivos.

Mucho gusto soy un cordero y me llamo Relámpago, les contaré la historia de mi primo Torpedo, el cual ya pasó a una mejor vida. Él vivía con mi familia en Tabio y compartía rebaño con 80 ovejas más. Hace dos meses presentó signos de enfermedad y le hicieron diferentes tratamientos, pero ninguno resultó. Amaneció muerto, trajeron un veterinario que tomó partes de su cuerpo para enviar al patólogo de Zoolab. Descubrieron que tenía “Aspergilosis pulmonar”. Gracias a Zoolab, mi cuidador empezó a tratar la finca para evitar mortandad y pérdidas económicas.